Tras enfrentar presiones bajistas en las primeras horas de negociación, el metal precioso logró revertir su operativa para posicionarse con avances cercanos al 0.8%, subrayando su tradicional papel como activo refugio en tiempos de turbulencia económica.
Inicialmente, el oro resintió el impacto de un fallo judicial en Estados Unidos contrario a los aranceles impuestos por parte de la administración Trump. La decisión de la Corte de Comercio Internacional, que consideró que el presidente excedió su autoridad y ordenó la anulación de dichas medidas, fue interpretada por el mercado como un factor que podría mitigar la incertidumbre comercial global. Esta perspectiva, en teoría, disminuye el atractivo de activos defensivos como el oro, lo que explica la debilidad observada en la primera parte de la sesión y que se sumaba a una operativa ya negativa durante el inicio de la semana.
Sin embargo, el panorama dio un giro y fue apoyado por la publicación de nuevos datos macroeconómicos en Estados Unidos, los cuales han reavivado la cautela entre los inversores. Por un lado, las cifras semanales de solicitudes de subsidio por desempleo sonaron las alarmas. Tanto las peticiones iniciales (240,000, el nivel más alto en un mes) como las continuas (1,919,000, el nivel más alto desde noviembre de 2021), sugieren un posible enfriamiento en la fortaleza del mercado laboral estadounidense. Esta señal de debilidad ha ejercido presión sobre el dólar estadounidense (DXY), que retrocedió a 99.46 puntos, y ha catalizado una renovada búsqueda de seguridad, beneficiando directamente al oro.
Adicionalmente, la ratificación de una contracción en el PIB de Estados Unidos para el primer trimestre de 2025, aunque revisada marginalmente al alza (de -0.3% a -0.2% anualizado), ha consolidado la percepción de una ralentización económica. Un punto crucial ha sido la desaceleración en el gasto del consumidor, que creció apenas 1.2%, su ritmo más lento desde el segundo trimestre de 2023, y la caída en los beneficios corporativos del 3.6%, la mayor desde 2020, factores que han pesado en el sentimiento del mercado y apoyado la demanda de activos de protección.
La confluencia de un mercado laboral tenso y una actividad económica contractiva, incluso con la ligera mejora del PIB, configura un escenario donde el oro recupera su protagonismo. Este comportamiento se ha visto respaldado por un retroceso en el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que cayó por debajo del 4.5%, reflejando expectativas de posibles recortes de tasas por parte de la Reserva Federal.
En definitiva, la resiliencia del oro durante la jornada del jueves, revirtiendo las pérdidas iniciales para operar en positivo, es un claro indicativo de su rol como resguardo de valor en entornos de elevada incertidumbre. La evolución futura dependerá de los próximos datos económicos, de la evolución judicial del fallo contra los aranceles de Trump, y de la postura de la Reserva Federal ante este panorama cada vez más complejo.
Desde una perspectiva técnica, esta operativa ha permitido que el oro se mantenga por encima del nivel de retroceso de Fibonacci del 23.60%. Este soporte técnico validado podría estar sentando las bases para un nuevo impulso alcista, con la zona de los $3,500 por onza como próximo objetivo de relevancia.
Pepperstone no representa que el material proporcionado aquí sea exacto, actual o completo y por lo tanto no debe ser considerado como tal. La información aquí proporcionada, ya sea por un tercero o no, no debe interpretarse como una recomendación, una oferta de compra o venta, la solicitud de una oferta de compra o venta de cualquier valor, producto o instrumento financiero o la recomendación de participar en una estrategia de trading en particular. Recomendamos que todos los lectores de este contenido se informen de forma independiente. La reproducción o redistribución de esta información no está permitida sin la aprobación de Pepperstone.