El dólar estadounidense (USD) continúa bajo presión, operando a la baja por tercera jornada consecutiva. El índice del dólar (DXY) se encuentra cayendo un 0.4%, situándose por debajo de 101 puntos, reflejando una disminución en su valor frente a las principales divisas. Esta tendencia bajista se atribuye a las crecientes expectativas de que la FED adoptará una postura más "dovish" de lo anticipado previamente.
Los mercados están ajustando sus perspectivas para la próxima reunión de la FED. Las probabilidades favorecen ahora un recorte de tasas de interés de 50 puntos básicos, con un 61% de probabilidad frente al 39% que anticipa un recorte de 25 puntos básicos. Este cambio en las expectativas se produce a pesar de datos de inflación superiores a lo esperado en agosto, ya que los recientes informes laborales sugieren una desaceleración en el mercado de trabajo estadounidense.
Los inversores están a la espera de los datos de ventas minoristas y producción industrial de EE. UU., programados para publicarse el martes, en busca de señales adicionales sobre la salud de la economía y posibles movimientos futuros de la FED.
El debilitamiento del dólar ha tenido un impacto significativo en las principales monedas. El yen japonés (JPY) ha mostrado una fortaleza notable, cotizando cerca de sus niveles más altos desde julio de 2023. Este movimiento refleja la creciente divergencia en las políticas monetarias entre Japón y Estados Unidos.
Se espera que el BOJ mantenga sin cambios las tasas de interés en su reunión de esta semana. Sin embargo, declaraciones recientes de miembros de su junta directiva indican una posible apertura a un aumento de tasas en el corto plazo, quizás tan pronto como en octubre. Naoki Tamura, miembro del BOJ, sugirió que las tasas deberían elevarse al menos al 1% para el año fiscal 2026 con el fin de lograr de manera estable el objetivo de inflación del 2%.
La libra esterlina también ha experimentado ganancias, superando la marca de $1.31. Los inversores están atentos a la publicación de los datos de inflación del Reino Unido y a la reunión del BOE. Aunque se espera que el BOE mantenga las tasas sin cambios en el 5% esta semana, con un 80% de probabilidad de que no haya modificaciones, especialmente después del recorte de 25 puntos básicos el mes pasado.
Las expectativas de reducciones en las tasas de interés están apoyando también al mercado de materias primas. Los futuros del cobre han subido hacia los $4.20 por libra, alcanzando el nivel más alto en tres semanas. Un dólar más débil tiende a hacer que los metales sean más accesibles para los tenedores de otras divisas, estimulando la demanda.
No obstante, los datos económicos de China, el principal consumidor de metales, han generado ciertas preocupaciones. La producción industrial, las ventas minoristas y las inversiones en activos fijos del gigante asiático no cumplieron las expectativas en agosto.
En el mercado energético, el crudo Brent ha experimentado un alza, cotizando alrededor de $71.8 por barril. Las expectativas de un recorte de tasas por parte de la FED han alimentado las proyecciones de un aumento en la actividad económica y, por ende, en la demanda de petróleo. Sin embargo, la reanudación de las actividades de refinación en la Costa del Golfo de EE. UU. y los datos económicos decepcionantes de China limitan las ganancias y plantean dudas sobre el panorama a corto plazo.
El gráfico de USD/JPY muestra un debilitamiento notable del dólar frente al yen, situándose actualmente en 140.446, lo que marca una caída significativa desde los máximos recientes cercanos a 160.
El soporte clave en 150, que previamente actuaba como una barrera psicológica, fue vulnerado, lo que llevó a una aceleración en la caída. Ahora, el precio parece estar acercándose a un soporte crítico en 140, nivel que además de ser un punto psicológico importante, se encuentra en convergencia con un índice de fuerza relativa (RSI) sobrevendido en 29.29. Este indicador refleja un estado de ventas excesivas, lo que sugiere un posible rebote técnico a corto plazo.
El RSI también muestra indicios de divergencia alcista, lo que implica una posible corrección si los compradores recuperan terreno. A corto plazo, una ruptura por debajo de los 140 podría indicar mayores caídas hacia los 137.5, mínimos de julio de 2023. Sin embargo, si se produce un rebote, el precio podría dirigirse hacia los niveles de 144, donde encontró soporte durante agosto. La incertidumbre en torno a las políticas monetarias de la FED y el BOJ continuará marcando el ritmo del USD/JPY.
La semana que comienza está marcada por importantes decisiones de política monetaria que definirán el rumbo de los mercados en los próximos días. El debilitamiento del dólar, la fortaleza del yen y los movimientos en los mercados de materias primas y energía reflejan la sensibilidad de los inversores a los cambios en las tasas de interés. Los próximos datos económicos y los comunicados de los bancos centrales determinarán si el USD/JPY encuentra soporte en los niveles actuales o si continuará su tendencia bajista.
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